Presencia militar brasileña ayuda en la reconstrucción de Haití
Solidaridad. Esta es una de las motivaciones que impulsan la política externa brasileña, desde el inicio del gobierno Lula. Una motivación que no quedó limitada al plano de las ideas o al campo de las buenas intenciones, sino que se materializó en acciones prácticas, con resultados concretos, como la presencia militar al frente de la misión de paz de las Naciones Unidas en Haití, a partir de 2004.
La misión, que desde entonces evita el conflicto entre grupos armados y ayuda a mantener un mínimo de estabilidad, pasó a ser fundamental también en la reconstrucción de Haití, después del terremoto que en 2010 mató a más de 200 mil personas y casi destruyó el país más pobre de las Américas.