Además de aumentar el tiempo de escolaridad, el 20% más pobre también progresó en los estudios. En 2002, en la franja de los 15 años de edad, solo el 32,1% de esos alumnos estaba el año/grado adecuado a su edad. En 2012, el índice saltó a un 53,8%. Gracias al Bolsa Familia, la desigualdad educativa entre clases sociales cayó del 31% al 19,4% en tan solo una década.