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Más brasileños produciendo y conquistando cada vez más acceso a bienes culturales. Este es el resultado de los 12 años de gobiernos Lula y Dilma, que legaron al país, por primera vez en su historia, una auténtica política de Estado para la cultura. El presupuesto creció de R$ 276,4 millones en 2002 a R$ 3,27 mil millones en 2014.
Tres Conferencias Nacionales de Cultura aseguraron voz activa a la sociedad civil. Más de 4 mil puntos de cultura brotaron por todo el país, fomentando la expresión cultural de las comunidades. Más y mejores bibliotecas públicas fueron sembradas por todos los rincones de Brasil.
Reconociendo la magnitud y la complejidad cultural del país, se tomaron nuevas directrices. La democratización del acceso a bienes, equipamientos, productos y servicios culturales, la descentralización, la regionalización y la interiorización de políticas, además del reconocimiento de la cultura como parte relevante de la economía brasileña fueron algunos de los ejes que pasaron a orientar las acciones del poder público.
Lo que ya era bueno, lo hemos mejorado. Creado por Lula en 2004, el Programa Nacional de Promoción de la Ciudadanía y de la Diversidad Cultural (Cultura Viva) ahora es Política de Estado. Esto
asegura la continuidad de las acciones del programa, independientemente de las alternancias de gestión en la administración pública.
Sancionada por Dilma en 2014, la Política Nacional de Cultura Viva tiene como principal objetivo la ampliación del acceso de la población brasileña a sus derechos culturales, mediante el fortalecimiento de las acciones de grupos culturales ya actuantes en la comunidad.
Los principales instrumentos de aplicación de la nueva Ley son los Puntos de Cultura (entidades culturales sin fines de lucro que desarrollan acciones culturales continuadas en las comunidades locales); los Grandes Puntos de Cultura (espacios culturales o redes regionales y temáticas que articulan los Puntos de Cultura) y el Catastro Nacional de Puntos y Grandes Puntos de Cultura (compuesto por los grupos que desarrollan acciones culturales y poseen certificación dada por el Ministerio de Cultura).
Los objetivos de la Política Nacional de Cultura Viva son:
Para que todos puedan mostrar su arte y su cultura
“La Conferencia Nacional de la Cultura tuvo la participación de más de 220 mil personas en los municipios y en los estados, hasta llegar a la Conferencia Nacional. (...) Son personas que trabajan con música, con teatro, con cine, con arte, que están dispuestas a contribuir para que Brasil tenga una política de cultura nacional, para que se pueda nacionalizar el dinero público, para que los estados más pobres reciban ayuda del gobierno, para que los artistas de los estados más pobres tengan oportunidad de aparecer y de mostrar su trabajo.”
http://historico.cafe.ebc.com.br/cafe/programas/realizacao-de-conferenci...
Popularizar es hacer accesible
“Popularizar la cultura implica ampliar, ofrecer y hacer disponibles todos los instrumentos para ello. Y tenemos la seguridad de que el Vale-Cultura será un instrumento de esa popularización y de la ampliación del acceso.”