Además de contribuir para la reducción del déficit habitacional y ayudar a combatir las desigualdades sociales, el Programa Mi Casa, Mi Vida genera empleo e ingreso, con resultados positivos para la economía como un todo. Con inversión de R$ 217 mil millones hasta junio de 2014, Mi Casa, Mi Vida creó cerca de 1,3 millón de empleos, lo que representa un 2,6 % de la fuerza de trabajo formal de la economía brasileña

Cada R$ 1 millón invertido en el programa mantiene activos 32 puestos de trabajo y genera ingreso adicional de R$ 744 mil, de forma directa e indirecta, en la construcción civil y otros sectores. Es la lógica de los gobiernos Lula y Dilma: invertir en el bienestar de las familias más pobres es generar ganancias y beneficios para todos los brasileños.
El ingreso generado por las actividades sostenidas por el programa alcanzó los R$ 12,2 mil millones ya en el primer semestre de 2013, lo que representa el 0,6% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
En 2012, el impacto de Mi Casa, Mi Vida sobre el PIB fue del 0,8%.